¡Que Dios te Bendiga!
¿Alguna vez has sentido que tu boca te ha puesto en aprietos que son muy difíciles de enfrentar? Tal vez hayas compartido tus sueños con algunas personas que en realidad no se han ganado tu confianza, o tal vez has abierto tu corazón a personas que en realidad no lo aprecian y más bien lo pisotean. Sea lo que sea, lo que ha causado el problema es nuestra boca. No es la gente, ellos simplemente reaccionan a lo que nosotros les contamos. El versículo de hoy nos da un ejemplo perfecto sobre alguien que puso su vida en peligro por haber abierto su boca. ¿Qué podemos hacer para acabar con este ciclo? Cerremos nuestra bocaJ Cuando el enemigo nos haga preguntas, tenemos que darnos el valor suficiente para no decirle cual es nuestra fortaleza. Somos demasiados valiosos para el diablo o para cualquier persona que no sepa apreciar nuestro valor.
Callándome y reconociendo mi valor,
Pastor Joell A. Perez
Jueces 16:6 “ Y Dalila le preguntó a Sansón: «Por favor, dime en qué consiste tu impresionante fuerza. Si alguien quisiera vencerte, ¿cómo tendría que sujetarte?»”